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Distracciones traicioneras

 Mientras de manera sibilina los voceros de los grupos económicos no se distraen en su afán de torcer el rumbo de a política argentina, una esforzada operación de sinécdoque conceptual se intenta sin éxito en un rincón del espacio kirchnerista. Lo mejor, en cualquier caso, es que la presidenta Cristina Fernández e Kirchner lleva la disputa importante (la primera) al centro del mundo y marca una distintiva comprensión de la crisis internacional y de la forma de enfrentarla.

Algunos referentes del progresismo con genética de izquierda decimonónica hacen verdaderas contorsiones en el esfuerzo por sintetizar el nuevo espacio político de la Argentina a partir de la muerte de Néstor Kirchner. El deseo de librarse de la incomodidad que les produce el peronismo nos ofrece la oportunidad de decir alguna cosa que nos parece pertinente para tener presente en esta hora, y para ayudar, porque todos esos esfuerzos y esas capacidades innegables hacen falta para otro propósito que es el de consolidar el proyecto en marcha.

La esforzada operación de sinécdoque conceptual consiste en un intento de reducir la nueva totalidad del espacio kirchnerista con el solo aditamento de ese sector del progresismo. Vieja idea de la parte haciéndose del todo.

Las referencias son inequívocas en este sentido, parece ser que la política de derechos humanos del gobierno,  y las inclusiones de causas de nuevas minorías son, en muestra de biopsia, prueba irrefutable de esta redefinición, y de la naturaleza resignificante de ese progresismo.

El peronismo no debería tener que  desempolvar sus fueros en estos territorios pero bueno es recordar que la incorporación de las mujeres al sufragio, la ley de divorcio, y otras extensiones del derecho político en la Argentina constituyen parte de su itinerario histórico. La expansión del derecho ha sido en los últimos 65 años obra pura del peronismo. Desconozco que existan organizaciones del tipo de “Putos socialistas”, “Putos comunistas” o “Putos radicales”, siendo que si han dado pruebas de valía militante los “Putos peronistas” quienes integran de manera protagónica el nuevo extenso paisaje juvenil del espacio kirchnerista. Desde esa definición política se acompañan a las organizaciones libres que las minorías sexuales se han sabido dar en el país.

En realidad resulta claro que este intento está buscando una solución para algunos intelectuales mucho más que para los propios hombres y mujeres del progresismo que ya están absolutamente consustanciados con el nuevo espacio. Siempre vivir es previo a cualquier decir de la vida.

Tener que encontrar la explicación de por qué el kirchnerismo no es ya peronismo, por qué el peronismo ha muerto con la muerte de Néstor Kirchner, por qué el progresismo ahora sí puede ingresar en el campo nacional y popular una vez hecha la limpieza conceptual del peronismo, es parte de la ingeniería de absurda abnegación que se despliega en estas horas.

La verdad es muy otra, el progresismo y la izquierda decimonónica le han aportado poco y siempre tarde al movimiento nacional y popular de la Argentina, con lo que no es de esperar que califique para factor dinámico en la transformación de un espacio político tan central. Pero advierto que no es posible prescindir de ellos, porque el kirchnerismo es este momento actual del peronismo, o si se quiere, la actualidad del movimiento nacional y popular, y estos sectores son parte integrada y requerida del kirchnerismo.

Pero podemos sacar provecho del observar estas razones y estos esfuerzos, porque lo que se busca muchas veces en nuevos lugares se encuentra acuñado en el espíritu histórico del pueblo. En primer lugar decir por qué razón el peronismo es generalmente incómodo en una descripción que agregue algo a su consabido ser “el hecho maldito de la Argentina burguesa”.

Los intelectuales en general y los intelectuales progresistas en particular saben que el pringue peronista te relega en la cátedra, te quita de la prensa reputada, te confina a suburbios editoriales y te desmejora la reputación académica, científica y profesional. Los intelectuales peronistas no somos aceptados como serios, aunque le hayan dado muchos de ellos al país lo poco de pensamiento genuino que se generara en el siglo XX, y esto en virtud de la sistemática persecución, ocultamiento y negación que el establishment cultural de la Argentina le ha practicado desde 1955 hasta el presente. Muy pocos obedientes a la máquina de disciplinar de ese establishment se terminan revelando, como digo poco y tarde, pero al menos al fin. Caso emblemático de estas rebeliones es Ernesto Laclau. Otros, como Nicolás Casullo han oxigenado a toda una generación que quería pensar por sí misma y situados como lo ordenaba la reveladora doctrina de Rodolfo Kusch. Pero en general, la subordinación era el tono de la melodía y el peronismo como fuente de pensamiento o lo que colindara con él debía ser relegado a la categoría del graznido.

Más estos son tiempos diferentes. Cuando comprobamos que la derecha argentina sufre pauperismo intelectual y que apenas supera la tilinguería de un Rotzinger, o el balbuceante discurso prepolítico de Macri podemos afirmar que lo único con lo que cuenta el país como pensamiento proyectado es lo que puede ofrecerle el campo nacional y popular. De manera que para que perder el tiempo en una discusión endogámica innecesaria?

Por qué importa hacer esta aclaración? Porque el conservadurismo no duda jamás en disfrazarse con las ropas de los movimientos populares, y mientras algunos se distraen en la búsqueda de perfecciones teóricas, estos grupos apelan a la estética para, apoderados de la apariencia, restaurar el orden conservador rediseñado a partir de 1976. Lo hacen groseramente, porque han perdido el estilo. Lo que no han perdido es la conciencia clara de sus propios intereses que siempre van a contramano de los intereses de la Nación.

El que se distrae pierde, hace perder y sin querer, traiciona. No nos podemos distraer.

Tato Contissa, el Lunes, 10 de enero de 2011 a la(s) 14:06 ·

Domingo K, Lunes P

La lucha después del voto

El domingo voto K para que desde el gobierno se hagan cargo de que no sólo hay que hacer presente al Estado ausente, sino que hay que desarrollar políticas formativas de recursos humanos desde las universidades nacionales para que ese Estado se nutra de manos y cabezas eficientes para el proyecto nacional. Los voto y los obligo.

El domingo voto K para que terminen de darle vueltas al plan energético y lo pongan a jugar en esa idea de país dónde nadie se quede afuera de la producción, del consumo y de la vida.

El domingo voto K para que liberen la palabra pública del corsete que le han puesto los grupos concentrados, más allá de los negocitos que algunos ranfañosos de ese mismo gobierno tienen con los “hadades” y los “clarines” de este país cuasi silenciado. Los voto y los comprometo a la Ley que reemplazará a la de la dictadura y a la que SOLO ESTE GOBIERNO se animó a presentar.

El domingo voto K para que hagan la reforma impositiva, graven las transacciones financieras, bajen el IVA y hagan de la imposición una herramienta para el diseño del modelo productivo de la Argentina en función de la región. Los voto para que se alejen de las influencias de los amigos de ocasión que cantan como las sirenas desde los riscos de los noventa.

El domingo voto K para que la Argentina no pierda el sendero emprendido en 2003 y profundice y acelere la transformación, es decir para que se termine con la tibieza de los tibios, las mezquindades de los mezquinos, y las avaricias de los oportunistas, y para que jueguen los hombres y mujeres realmente comprometidos con el proyecto nacional y popular.

El domingo voto K para derrotar a los que ya fracasaron y se esconden detrás de la desmemoria y de los afeites mediáticos. Pero el lunes empezamos la lucha contra los que frenan desde adentro lo que no posible, ni justo, ni decente demorar más.

Tato Contissa, el jueves, 25 de junio de 2009 a la(s) 21:13 ·

El previsible caso del Dr. Vargas y Mr. Llosa

Una literatura espléndida la del Dr. Vargas, de cabo a rabo, para no ponerse puntilloso cuando lo peor de Vargas es siempre mejor que lo mejor de muchos. Desde las Narraciones de El Jefe…(recuerdo especialmente “Día domingo”) hasta El sueño del Celta, demasiado criticado por razones extrañas a la calidad de su pluma…que sigue siendo buena cincuenta años después.

Lo de Mister Llosa es otra cosa, sobre todo esa modelación de ”Reader’s Digest” del tipo de “Desafìos de la libertad” con el que posicionó promediando los noventa lo que ya había delatado en los ochenta de diversas maneras.

Así como es sorprendente el engarce del relato del Dr. Vargas, es de ramplón y previsible el, digámosle ideario, de Mr. Llosa.

Tampoco debe ser bueno en el fútbol o en la cocina, uno tiende a imaginar.

Es cierto que para reaccionario y buena pluma nos quedamos con Borges, pero el Dr. Vargas es muy bueno, demasiado bueno como para dejarse llevar por la diatriba inconsistente de Mr. Llosa.

La derecha argentina quiere trasladar el prestigio literario del Dr. Vargas al valor político de la palabra de Mr. Llosa, y quizá lo esté logrando un poco por la inocencia y otro poco por la desorganización de los intelectuales del pueblo argentino que, quede claro, no son todos los intelectuales argentinos.

Tal vez, como muchos son parte del gobierno, deberían delegar los posicionamientos a quienes tengan las manos más libres. En ese sentido hay que actuar más como la derecha del mundo, que se abroquela, se une, se  unifica, para convertir sus pobrezas ideológicas en verdades universales.

De cualquier manera en este caso poco enojoso e inflado de la crítica a la invitación recibida para la apertura de la Feria del Libro hay alguna cosita que decir.

El problema que se le abre a los organizares de la feria del libro es que han invitado a la apertura a Vargas Llosa, es decir al Dr. Vargas y a Mr. Llosa. Y está claro que por la naturaleza del acto, no pueden ir los dos.

Tato Contissa, el miércoles, 2 de marzo de 2011 a la(s) 14:19 ·

En ar en er en ir

Secar lo llorado para hacer desierto del olvido

y que todo importe un número perfecto de carajos.

Para que puedas sostenerme ponerte en la palma de mi mano

y hacer de la sombra un faro negro en medio de la tarde

Pedirle a Dios un descuento de oraciones

y que aleje a los niños de los pederastas.

Ungirnos de polvo y constelar de mirones las estrellas

Ser feliz en todas las instancias

Y si te faltara un verbo

si llegara a serte necesario una acto infinitivo

elegílo en tiempo y modo

confiá en mis hambres

y dejalo por mi cuenta.

Tato Contissa, el Domingo, 14 de noviembre de 2010 a la(s) 22:34 ·

Esquina

Ahora la espera ha perdido su contorno

El puño apretado no contiene nada

y una caricia aborta en el canto de mi mano

Dirijo los ojos a ninguna ausencia

allí dónde los siglos no reconocen nombres

y todas las mujeres son la misma

Es ese segundo en que la soledad te deja solo

Y nada puede evitar que te abandone

Las esquinas siempre han sido dobleces del futuro

Pero amenazan con ser otros caminos

Y se prometen para ser andados

tentadores e inseguros.

Apenas si peno mientras marcho…

Tato Contissa, el sábado, 13 de noviembre de 2010 a la(s) 9:50 ·

Fe que ve

Pocas veces en la vida la expresión del deseo y la observación de la realidad me han sido tan concurrentes. Sin hacer adivinación ni decir plegaria, advierto que en los próximos veinticuatro meses del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner la Argentina transitará por la transformación más profunda del último medio siglo, y que los gestos resignados de algunos y los movimientos transfronterizos de otros están lejos de reflejar el temperamento del espacio político que lidera la presidenta. No tomo drogas de diseño ni estoy atravesando por un periodo de ensoñación.

Podría explicarme apelando al estado de lo que mejor conozco: la imagen pública. Desde allí decir que la usina pródiga de descrédito que constituye el sistema mediático concentrado del país, un facilitador de encumbramientos insólitos como el de la desvaída y desangelada figura vicepresidencial, no han podido mellar la respetabilidad política de la primera mandataria de la Nación a pesar de la andanada horaria de intentos. El sistema mediático hegemónico de la Argentina tiene más de una manera de otorgar prestigios, emperifollar halagos, disponer de homenajes o, por cierto con más enjundia, todo lo contrario. He trabajado en textos del circuito académico y otros de divulgación las acciones de la victimación y de la exaltación social mediáticas, de manera que me ahorro aquí mayores precisiones. Quiero subrayar sí, en principio, que si esta superficie (la imagen de Cristina) resiste, quiere decir que hay un núcleo sólido debajo.

¿Por qué resistir en la actual instancia histórica tiene un merito que sólo los más cercanos han sabido valorar lo suficiente? Vivimos tiempos de una peligrosa convivencia. El pensamiento resurgido de las comunidades en búsqueda de principios de organización más justos duerme a la vera del lobo del mercado, que no ha muerto, sino que recupera fuerzas luego del descalabro de principios del nuevo siglo y de la reaparición de la política en el último quinquenio.
Esta es una realidad que no puede evadirse con amnesias mediáticas ni encubrirse con declamatorias pretendidamente progresistas.
Hace cinco años que el gobierno argentino comenzó a recrear un Estado con más presencia en el escenario económico siempre a riesgo que la bonanza de las condiciones internacionales nos fuera a hacer un hijo bobo una vez más.

El útero prodigioso de los sectores medios urbanos de la Argentina es lo suficientemente fértil y a veces lo suficientemente estúpido como para embarazarnos de un nuevo fracaso a las puertas de la oportunidad.
¿De dónde salió esta capacidad regenerativa y esta resistencia?

Perón dice que la fortaleza de las bases morales hace que en el triunfo no caigamos en la soberbia y que la derrota no nos infrinja los filos de la duda. Me parece que la presidenta dio prueba de haber pasado el examen de la hora. Cuando la consagró el voto popular, y en los momentos en que los vientos no fueron favorables esas bases morales protegieron las convicciones ideológicas y la voluntad de continuar.
Después de junio, cada día, cada palabra y cada gesto le permiten ver, a quien tenga bien ver, que el camino no se altera.

La reforma impositiva, la búsqueda de emprendimientos con el Estado gestor, la generación de mecanismos de expansión del mercado interno abrochada a políticas sociales de inclusión más vigorosas que la presente, la democratización de la palabra pública, el diseño de la política energética que llega hasta la boca de pozo de la ley de hidrocarburos, el acuerdo económico social, son las llaves maestras de la salida hacia delante que es, a mi juicio, la dirección elegida y ratificada por este gobierno. No tengo ni se me ha expuesto una sola razón válida para pensar otra cosa y mucho menos lo contrario.

La respuesta a la pregunta sobre el quién de este qué recae únicamente sobre Cristina Fernández de Kirchner. Esto es objetivo no sólo en consideración a la posición, sino a la calidad política. Es fácil, no hay tanto que mirar y demasiado poco que ver que guarde una entidad y una estatura suficiente para encarar este proceso. Es ella y ella está para eso. Y lo va a hacer.

Si nos preguntaban hace un año nomás sobre la situación de los fondos previsionales:¿alguien imaginaba la recuperación de ese patrimonio de las manos de las AFJP? ¿Pensábamos que Aerolíneas Argentinas retornaría al manejo público?
En tiempos de triunfo hubo poca soberbia y mucha toma de riesgo, para poner por caso además de lo ya mencionado el lanzamiento de la propuesta de proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual, que se tragara muchos políticos prometedores a lo largo de veinticinco años de democracia.
También es objetivo que la derrota electoral legislativa no alimenta titubeos, yo no advierto actitudes timoratas, ni claudicaciones o retrocesos, más allá de los rumores mediáticos acompasados por el frotarse de manos de los intereses corporativos.
No soy hombre de fe excesiva y menos a ciegas. Estoy viendo lo que voy creyendo. En la dificultad del tiempo hallo la certeza de la oportunidad, y en las notas de carácter del principal actor político de este tiempo, la viabilidad.
La fe es tan grande y parece ver tan bien que no tengo lugar para la duda.

* Tato Contissa es periodista, escritor, investigador, profesor titular de Periodísmo Crítico y Problemática del Periodismo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

Tato Contissa, el miércoles, 5 de agosto de 2009 a la(s) 20:04 ·

Fiscalía Celeste, canos prematuros e informantes súcubos

La política en los medios cae del sitial central de los noventa a un lugar mas sano y mas modesto (*) y cada quien se lo toma como le afecta, la política real retorna a sus sitiales naturales de las organizaciones, sociales, sindicales y partidarias. Estoy diciendo que el sistema mediático hegemónico y concentrado que se estructuró en la Argentina a partir de 1977 se desmiembra a velocidades apreciables, y que las diferentes camadas de políticos y periodistas engendrados en estas forjas van reaccionando de manera diversa a la catástrofe.

Voy a ser injusto en el afán de rotular con alguna claridad, perdóneseme la grosería. Para empezar el “lanatismo” periodístico, que no quiere reconocer que fue instrumental al secuestro de la política de sus territorios y su reclusión forzada a los sets televisivos, resienten muy fuertemente estos cambios de la argentina siglo  XXI. Resultaba prometedor hacer carrera de estrella en una Argentina infecta de políticos corruptos, instituciones abyectas y una sociedad divorciada de toda organización y toda herramienta política transformadora. En esas junglas decepcionadas los jóvenes rutilantes del periodismo post dictadura tenían garantizado el buen pasar, el bien cobrar y el afamar. “Si. Tuve muchas chicas” reconoció el propio Lanata en una entrevista televisiva en un arrebato de misoginismo que creyó, por su impudor, a cubierto de su misérrimo patetismo. Sus epígonos no podían ser mejores, máxime si el negocio se acaba de una manera tan imprevista, justo cuando les tocaba a ellos. Por eso rezongan opiniones y eluden la información cuando les contradice el refunfuño.

Zlotowiazda, Montenegro, Tenembaum…lo mismo da. Una generación, más que un hato de nombres que puede serme hasta incómodamente extenso, porque incluye a algunos que patrullan de este lado del río.

Por su parte, la argamasa laborada en los sets nos dio la dirigencia política maquillada que se estrelló en la curva del 2001. Los nombres son muchos, pero sigamos con las prácticas caprichosas y elijamos a Carrió. Elisa Carrió, abogada chaqueña y fiscal de la dictadura, logró merodear las agonías de la política real del siglo XX con el respirador del alfonsinismo. Su militancia la tiene virgen de territorio, de comités y de cuerpo a cuerpo. Toda su dedicación fue la de construir el muñeco virtual que, en sus dos versiones (con o sin shampoo), todo el mundo conoce. Más no agotó allí su virtualidad, la extendió a su “imagen de”. Acusadora heroica, sagaz descubridora de corruptos, cruzada de la ética pública, alertadora de complots, vigilante impoluta de la moral pública, ese es su muñeco.

La tercera franja sucumbiente la constituye un grupo muy especial que logró con dotes anfibias pisar las playas del periodismo y navegar las aguas de los servicios de inteligencia. Aquí poner nombres se vuelve tan riesgoso como insignificante dado que la mayoría de estos agentes de recontraespionaje son cuasi desconocidos, pero pongamos Guillermo Cherasny, Juan Bautista Yofré, Rosendo Fraga, Carlos Tórtora, como para que no nos quede el renglón vacío. Siempre recuérdese que lo que importa es la descripción mucho más que el simple sindicar quiénes, que en este caso nos llevaría al mismísimo Daniel Hadad, hoy un curioso aliado de algunos hombres de gobierno pero que combate furibundamente la política del mismo gobierno en su totalidad y que sigue los lineamientos de polìtica internacional idénticos a los bajados por  la CNN siempre sospechados de provenir del departamento de Estado de los EE UU y la Sociedad Interamericana de Prensa.

El regreso de la política, el reverdecer militante, con sus impurezas y su realidad ha puesto las cosas más cerca de su lugar. El periodismo se extiende como derecho, como profesión y como militancia de la comunicación a favor de la expansión tecnológica y el rediseño del mapa mediático que opera la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Hoy no puede un Melconian o un De Pablo hacerte “fidelpintismo” económico por TV porque lo agarra un Mariano De Miguel o un Ivan Heyn  en una radio o en varias y lo deja metafóricamente “culo al viento”. Los mentirosos son hoy rápidamente descubiertos en virtud de la amplitud del sistema mediático y del protagonismo adquirido por lo que hace diez años atrás eran apenas  sus suburbios.

Así las cosas la Fiscal Celeste (ya que en tierra no obra ni un solo renglón, de una sola página, de un solo expediente, con un nombre o filiación o alguna prueba o indicio de alguna  cosa que involucre a algo o a alguien) se queda en lo que siempre debió haber sido evidenciado pero, a favor del rinde mediático quedó encubierto: un fraude.

El periodismo deberá volver al trabajo de anoticiar y evaluar hechos comprobables con aspiraciones de encumbramiento social más modestas y sabiendo que se trabaja al servicio de la opinión pública y no de las audiencias, que por cierto no son la misma cosa. Una pena para muchos haber envejecido tan prematuramente. En el mismo sentido, los operadores fronterizos entre la información pública y el espionaje deberán reservar sus actividades a ámbitos más recoletos ya que ha salido el sol para todos los vampiros de la información.

Al cabo de estos cambios, mejores periodistas y mejor política se anuncian para la próxima cosecha.

Tato Contissa, el Lunes, 22 de noviembre de 2010 a la(s) 10:46 ·

 

Hinchazones

“Pedraza está ahí nomás de Moyano y, por ende, ahí nomás de Cristina”. Jota Lanata.

Entre el 83 y el 89 se fue hinchando de inteligencia, más como la inteligencia debe crecer acompañada de otras encimas humanas que no se desarrollan en cuerpos con espíritus mezquinos, Jota Lanata se hinchó entre el 89 y el presente en sola pelotudez.

En tiempos de pobreza intelectual esas hinchazones parecen gordura, en tiempos de resuperación y recuperación del pensamiento social la inflamación solo ofrece la patética imagen de su tumefacción.

Tontera amoratada, silogismos elementales, veleidades resentidas, berrinches y envalentonadas de sets televisivos es lo único que ofrece este pobre fantasma de lo que alguna vez se prometió ser y jamás llegó a ser.

Me apena más una generación de pavos en cohorte que hoy se asombran de los que se supone es un cambio, una transformación, una  degradación en el caso más extremo. La verdad es menos sabrosa siempre, Lanata es un fraude, la falsificación de una ilusión colectiva de clase media, un porteño europeo más allá del bien y del mal, un irruptor en transgresión creciente, pero por todo ello y en consecuencia un tipo que, a pesar de las apariencias, es más boludo que gordo, más inútil que nocivo, más funcional que insurgente.

Ahora, lo que se dice daño…daño…es incapaz de hacerle daño a nada.

Porque de nada es gordo e hinchado de pura nada.

Se verà que no discuto el epìgrafe que encabeza este comentario. Es que a las hinchazones hay que ponerles hielo y a los hinchados…pena.

Tato Contissa, el Lunes, 25 de octubre de 2010 a la(s) 22:19 ·

 

 

Hoy estuve buscando

Hoy estuve buscando

Miré mi boca en el espejo

Hurgué en las comisuras buscando un nombre,

un beso,

una palabra joven y antigua

como jóvenes y antiguas son las marcas de la vida

los patios,

los recreos,

los árboles que humedecieron los abrazos.  

 

Hoy estuve tratando de traerte tironeada por tu nombre,

de la solapa del cuaderno invadido de poesías prohibidas

de segundos robados a las horas

de las horas robadas al colegio

Para poder aprenderte

Saberte

Y así saber de mí,

de lo que he sido

De lo que hizo que fuera lo que soy,

un poco,

un indicio,

una sospecha del hombre que se hacía.  

 

Hoy estuve preguntando por aquellos olores que tanto olían

por esos colores que apuñalaban las sombras en los ojos

y por los sabores que sabían a promesas

Y que habrían de cumplirse inexorablemente.  

 

Hoy estuve ordenando los cajones del alma

y encontré garrapateado de treinta años el poema perdido

el que llegué a creer que nunca había escrito

Y encontré

Y te traje

Y tuve las respuestas

Y ordené mi corazón  

Pude…porque el aire había cambiado

Porque la vida de la que somos escalones

trepa en las vecindades del invierno

como si fuese primavera.


(Este es uno de los poemas de pronta edición en un texto que se llama  «De Cajón»)

Tato Contissa, el Martes, 21 de septiembre de 2010 a la(s) 11:53 ·

Huella también pequeña

Encontré esta huella que no hace pie en nada que recuerde

No se parece a ninguna parte del camino

ni sabe a nada que la boca me guarde del pasado

La encontré perdida y sin apuro de extravío

Casi como si hubiese llegado

O como si nunca hubiese partido

La halle hablando muda de palabras escuchadas

y elocuentes de un idioma musical desconocido

Pude tocarla

Sentí que arqueaba el lomo como un gato ronronero

un terso y grato lomo combado de gato ajeno.

Me alejo un poco para que parta a su destino

Voy a seguirla con mi mejor ilusión planchada y perfumada

Con mi libro abierto de corazón en cuento

Entregado a esa marcha errática y feliz

Por el solo saber que va rumbo a tu encuentro.

Esa huella es pequeña y bella como vos

Y siempre te nombra

No la lastimes

Y dejala beber en el borde de tu sombra.

 

Tato Contissa, el Viernes, 26 de noviembre de 2010 a la(s) 19:21 ·