Secar lo llorado para hacer desierto del olvido
y que todo importe un número perfecto de carajos.
Para que puedas sostenerme ponerte en la palma de mi mano
y hacer de la sombra un faro negro en medio de la tarde
Pedirle a Dios un descuento de oraciones
y que aleje a los niños de los pederastas.
Ungirnos de polvo y constelar de mirones las estrellas
Ser feliz en todas las instancias
Y si te faltara un verbo
si llegara a serte necesario una acto infinitivo
elegílo en tiempo y modo
confiá en mis hambres
y dejalo por mi cuenta.
Tato Contissa, el Domingo, 14 de noviembre de 2010 a la(s) 22:34 ·