Esquina

Ahora la espera ha perdido su contorno

El puño apretado no contiene nada

y una caricia aborta en el canto de mi mano

Dirijo los ojos a ninguna ausencia

allí dónde los siglos no reconocen nombres

y todas las mujeres son la misma

Es ese segundo en que la soledad te deja solo

Y nada puede evitar que te abandone

Las esquinas siempre han sido dobleces del futuro

Pero amenazan con ser otros caminos

Y se prometen para ser andados

tentadores e inseguros.

Apenas si peno mientras marcho…

Tato Contissa, el sábado, 13 de noviembre de 2010 a la(s) 9:50 ·