Encontré esta huella que no hace pie en nada que recuerde
No se parece a ninguna parte del camino
ni sabe a nada que la boca me guarde del pasado
La encontré perdida y sin apuro de extravío
Casi como si hubiese llegado
O como si nunca hubiese partido
La halle hablando muda de palabras escuchadas
y elocuentes de un idioma musical desconocido
Pude tocarla
Sentí que arqueaba el lomo como un gato ronronero
un terso y grato lomo combado de gato ajeno.
Me alejo un poco para que parta a su destino
Voy a seguirla con mi mejor ilusión planchada y perfumada
Con mi libro abierto de corazón en cuento
Entregado a esa marcha errática y feliz
Por el solo saber que va rumbo a tu encuentro.
Esa huella es pequeña y bella como vos
Y siempre te nombra
No la lastimes
Y dejala beber en el borde de tu sombra.
Tato Contissa, el Viernes, 26 de noviembre de 2010 a la(s) 19:21 ·