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La Hora de la Insidia

La muerte de Néstor Kirchner no ha mudado las desvergüenzas que buena parte de los líderes de oposición menearon durante los últimos dos años, solo las ha ocultado tras las pompas funerarias de los medios.

Algunos otros han agudizado la audacia al punto de hacer curiosas sugerencias fundadas en el presunto e inminente cambio de rumbo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Desde la grosería del oportunismo hasta la más miserable de las especulaciones todo un amplio espectro de manifestaciones insidiosas plagan la hora del post mortem.

La presidenta se tiene que poner más amigable con los mercados ( Wall Strett Journal) bajar los decibeles de la confrontación y avenirse a mejores tratos con la Iglesia y el Campo (Rosendo Fraga), desprenderse del peligro sindical de Moyano ( C5N, progresismo no peronista, PO, La Nación) reequilibrar las relaciones con los EE UU en desmedro de la vinculación Chávez-Evo- Correa (C5N, La Nación, Ámbito ), virar en definitiva de manera drástica y por razones que se desconocen el rumbo político y económico del país.

En el interior del espacio oficialista (o hacia su interior para ser más preciso) algunos tramitan el certificado de nacimiento del Kirchnerismo como prolegómeno, imagino, a la certificación de defunción del peronismo (Véase la nota de Caballero en el Tiempo Argentino de este domingo) y al ingreso en el estado purgatorio de todos sus antecedentes gorilas.

Parece que la consagración del proyecto político del Kirchnerismo ( de un peronismo indiscutible hasta por los más necios) dada en la manifestación pública de los días 27, 28 y 29, no hubiese ocurrido.

La presidenta ya está en la Rosada y sabe, sin que nadie deba recordárselo, que la profundización de las transformaciones iniciadas en 2003 son de su propio cuño.

A las doce de esta noche, termina la hora de la insidia.

Un 17 para Cristina

 

Tato Contissa, el Domingo, 31 de octubre de 2010 a la(s) 22:07 ·

Huella también pequeña

Encontré esta huella que no hace pie en nada que recuerde

No se parece a ninguna parte del camino

ni sabe a nada que la boca me guarde del pasado

La encontré perdida y sin apuro de extravío

Casi como si hubiese llegado

O como si nunca hubiese partido

La halle hablando muda de palabras escuchadas

y elocuentes de un idioma musical desconocido

Pude tocarla

Sentí que arqueaba el lomo como un gato ronronero

un terso y grato lomo combado de gato ajeno.

Me alejo un poco para que parta a su destino

Voy a seguirla con mi mejor ilusión planchada y perfumada

Con mi libro abierto de corazón en cuento

Entregado a esa marcha errática y feliz

Por el solo saber que va rumbo a tu encuentro.

Esa huella es pequeña y bella como vos

Y siempre te nombra

No la lastimes

Y dejala beber en el borde de tu sombra.

 

Tato Contissa, el Viernes, 26 de noviembre de 2010 a la(s) 19:21 ·

Intuición

No tengo ni llego al verbo que te tiene y no hay calle que me acerque

Sé que ese rincón tuyo es arco de mi esquina

Y que estos gestos tirados al aire andan buscando tus perfiles

No sé mucho más que eso

Que es todo lo que puede saber un beso que se sabe prometido

Venido del imperio y del vigor de la vida

Una perfección se tensa agazapada

Y sin saber tu nombre te hace amada para ser querida

Y espero

Con el alma quieta

Con la boca herida

Tato Contissa, el Viernes, 19 de noviembre de 2010 a la(s) 22:35 ·

La guerra de los cerdos

Bioy pintó la paranoia sufrida en el umbral de la vejez que produce la turgencia cercana de lo joven. Alguna vez sentimos eso. Después la vida, con sus promesas a cumplir que suelen cumplirse, desmiente la ferocidad de tales amenazas. Pero el relato y el atavismo quedan.

Quiero advertirles a los que pasamos los cincuenta, y a los de menos que no son sujetos ajenos a la mentira: hay un hato de hijos de putas que están envileciendo el simbolismo de lo joven porque, rendidos al sistema, lo perciben como un peligro y una inminencia de cambio. Estan en la TV, principalmente…C5N o TN…o América TV…no importa…están en todos lados.

Para ellos, no hay pibes militantes, pintores, poetas, laburantes, delegados, cirqueros, artesanos, músicos, diletantes, albañiles, vendemedias…solo hay pibes en pedo a la salida de los boliches.

Maldita mil veces la madre que los parió. Los mataron en los setenta…los hacen desaparecer de la realidad con virtualismo mediático en estas horas en las que sus seres nos son tan necesarios.

Cerdos…de una guerra que van a perder a favor de lo jóvenes que nos ponen los jóvenes de este tiempo nuevo de la Argentina.

Tato Contissa, el Viernes, 24 de septiembre de 2010 a la(s) 0:40 ·

El Chancho Huacho

Tengo un miedo que no me genera la máquina de amedrentar que digita el sistema mediático concentrado y el periodismo hegemónico de la Argentina. Se trata de un paradójico miedo racional. Me ha costado construir ese miedo, arribar a esa sensación de desasosiego que me produce el imperio de la locura resultado del permanente divorciar que esos medios hacen de la realidad y su relato.

Ese es el modo de violencia simbólica que este sistema, hoy desesperado, opera sobre nuestra cada vez más disminuida capacidad de comprensión de la realidad.

No hay un solo indicador económico que explique, siquiera por el absurdo, la necesidad de aplicar políticas de ajuste. No obstante hay algo indecible que el gobierno hace o no hace (si, hace o no hace) que pareciera reclamar esas políticas.

Esa necesidad supuesta (y sin asomo de fundamento) se expresó en la última elección legislativa, aunque jamás haya sido dicha palabra alguna que permita relacionar ese resultado con la Economía.

La oposición dura de la Argentina no deja lugar para establecer lo malo en el hacer del gobierno cuando lo bueno arranca siendo sospechoso y por lo tanto horrible.

Los mercados reaccionan con precautorio rechazo a las variables que bien podrían ser alentadoras en un mundo con una economía en permanente tránsito de crisis.

Una derecha desvaída, que parece haber abandonado su viejo precepto de proyectar a los mejores, habla por las bocas intelectuales subalternas de sus máximos exponentes contemporáneos.

En una prueba más del imperio del contrasentido se menea la pobreza originada por las políticas de ajuste como una de las razones para aplicar el ajuste. La desigualdad social ahondada por la desaparición del Estado y de la política se remediaría con menos Estado y menos política. La distribución no puede ser el resultado de la equidad materializada en derecho sino de generar supuestas condiciones para una utópica abundancia que a su vez producirá un mágico derrame.

Como este “ideario” se sostiene fuera de debate y por la negativa, ya que la palabra opositora se centra en la crispación oficial, los modos y la metralleta de epítetos, no hay posibilidad de desenmascarar toda la aberración que subyace a ese discurso. De allí la mitad de mi miedo.

La otra mitad deviene de la experiencia histórica. Quien aparece como el número uno para liderar el cambio de signo político de gobierno, léase Cobos, no da garantías de poder sostenerse más de un año en una hipotética gestión de gobierno.

Es por eso que los líderes del núcleo duro compiten por decir la sandez más grande y posicionarse a puro desquicio. En estos aquelarres la desmesura se vuelve peligrosa porque el capricho y la imprudencia suelen dar muy malas mezclas.

Si saben que no podrán saciar sus apetitos pueden apelar a cualquier extremo siguiendo la metáfora campesina del chancho huacho, que lo que no come lo destroza.

De ahí mi miedo pensado y completo.

Tato Contissa, el miércoles, 21 de octubre de 2009 a la(s) 21:29 ·

La música es la vida que ha decidido sonar en todos lados

La música conoce nuestra historia

Ha modulado penas y sonado en las heridas

Ha hecho tintines en los tintines de la risa

y ha puesto prisa y freno

a lo bueno y sentido de la vida.

 

La música ha acompañado

pero también ha sido guía,

escuela,

de todo lo que adentro vuela.

con pluma de alma y ala colorida.

 

La música ha conseguido su lágrima y su beso

la excusa del amor que los cuerpos acuerdan en los cuerpos

y la nota final del muerto amado

La música trae pasado

y nos empuja a los soles cada día

La música es la vida

que ha decidido sonar en todos lados.

 

La música señera, veloz y lerda

marca de pueblo, de Nación y patio

Cuerda que tensa la batalla

y ata el reposo del amante

y hacia adelante nos empuja

con voz y con silencios que nos canten.

 

Tato Contissa, el Lunes, 22 de noviembre de 2010 a la(s) 10:26 ·

El desencantador y la serpiente

Aguad remeda el gesto del boxeador pero sin el boxeo, sin el rival…hace “sombra”. Hace de intelectual que piensa el país, que lo sufre, al estilo Agüinis…apenas un matiz de diferencia con el rictus centenario de buena parte de la intelectualidad que recrea la autodenigración y el sentimiento de minusvalía. Pero Agüad no solo que ve desencanto en dónde nosotros no le vemos, sino que lo ve donde no lo hay. A estos intelectuales siempre el país los vence….o con los cartoneros “desafiando la falta de apego al trabajo de los argentinos” o con seis millones en multitud sacando la apacible alegrìa contra la insidia, el desaliento y la desesperanza sembrada a raudales sobre sus corazones por el sistema mediático concentrado, a diario e impiadosamente.
No Aguad, los argentinos no estamos desencantados, porque jamás nos resignamos a ser espectadores de la historia. Y donde haya un lugar en donde hacernos visibles pondremos en evidencia con nuestra alegría luchadora la maledicencia de los espíritus miserables.

Tato Contissa, el jueves, 27 de mayo de 2010 a la(s) 19:34 ·

El estilo Clarín de decir ¡Ay!

Este fin de semana el grupo recibió un “ajuste a derecho” cuyos dolores se tradujeron en un berrinche de mendacidad que, esta vez, tuvo como víctima al titular de la AUFCA (ex COMFER), Gabriel Mariotto.

En efecto, en la última reunión del directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) realizada en al provincia del Chaco, el día 22 de abril de 2010, se caducaron trámites relativos a compras de cables de distintas provincias realizadas por el grupo Clarín a través de las sociedades Cablevisión y Multicanal. ¿La razón?: en más de 10 años de tramitación de los expedientes, tanto Cablevisión como Multicanal nunca completaron la documentación necesaria para la aprobación de la compra.
Durante esos 10 años, el grupo Clarín, ha explotado dichas licencias, sin contar con la debida autorización. Sepamos que en muchos casos, los cables comprados por el grupo Clarín, eran competidores y su compra fue realizada a los solos fines de cerrarlos y evitar la competencia y consolidarse como monopolio en distintas partes del país, lo que le agrega a la práctica mafiosa una historia de periodistas, locutores, camarógrafos y operadores que fueron despedidos al cerrarse sus fuentes de trabajo.
La reacción no se hizo esperar: luego de tapar la multitudinaria marcha en contra de los monopolios mediáticos del 15 de abril con un afiche supuestamente escrachador, y con el pecado adicional del anonimato, el diario trastorna y cambia de sentido una declaración de Mariotto publicadas en el duario Chaqueño Norte. Clarin tradujo del castellano chaqueño la frase “nos gusta que todas las opiniones sean refrendadas, y estos afiches no tuvieron firmas, por lo que es una incógnita quién los emitió” al catellano mentiroso “No nos gustan que todas las opiniones sean refrendadas”.

Durante el resto de los días, mentira en mano, los periodistas se dedicaron a testear todo el espinel político. Algunos supuestamente mordieron el cebo. Revelar la certidumbre de algunas declaraciones de políticos del gobierno será la tarea de esta semana para los lavadores de mentiras que somos los periodistas en estas horas. Mariotto nunca fue consultado por Clarín, están ahorrando en teléfonos.

Tato Contissa, el Domingo, 25 de abril de 2010 a la(s) 21:52 ·

El mandamiento número once

Si vos sos Rey le podés pedir a un presidente que se calle, si sos un ex astro de la Fórmula Uno exigir que una candidatura a la primera magistratura de la Nación sea depositada a plazo indeterminado en el medio del orto, si sos Maradona podés pedir la continuidad de un servicio que, ignorábamos, le estaba brindando una parte de la prensa periodística argentina.
¿Interpreto mal? Si. Claro que interpreto mal, pero interpreto con el mismo nivel de capricho con que el sistema mediático aún concentrado de la Argentina la emprende con cualquier hecho de este presente público que llamamos actualidad.
Podría, en ese mismo temperamento, haber preguntado porqué en el tiempo en que Dios le ordenó a Noé la construcción del arca no hubo el escándalo de ahora, cuando en afán de metáfora le pide a la prensa continuidad de sexo oral.
Así las cosas de la locura.
Sí señor.
Tanto empeño en forzar la realidad, en divorciar los relatos de la vida de la vida misma nos trae a estos barrios linderos a la esquizofrenia. Cuando cualquier nimiedad es considerada escándalo, cuando los verdaderos escándalos son reducidos a nimiedad, cuando se le pide a las formas que hagan el papel de fondo, cuando se pretende que lo que no es sea a fuerza de sólo repetirlo, llegamos a estos arrabales.
Todos los días, paradójicamente organizado, el “caos” se hace puntualmente presente en la ciudad de Buenos Aires para que la protesta social se convierta en una noticia del tránsito, con vistas a hacerse pronto parte de la meteorología.
Cada mañana un obispo será la preocupada voz social de la pobreza que enmudece ante el salvajismo que las patotas de la UCEP le dispensan a centenares de argentinos en situación de calle.
Cada día se le ofrecerá a nuestra cultura cívica un compendio de los más grandes éxitos de Macri, De Narváez, Fernando Iglesias, Moria Casán, Susana o Mirtha.
De tanto en tanto, como para cumplir la cuota, un intelectual de fuste como Marcos Aguinis (largamente logrado en la excelencia del mal escribir) horadará la piedra con la brutalidad de la nadería, el lugar común o la ramplonería autoglorificada. En tanto, y por imperio de esa misma brutalidad, José Pablo Feinmann y Nicolás Casullo deberán fregarse, el cuerpo uno y el alma el otro, para quitarse las “K” que la tinta mediática les pringa con pertinacia y frenesí.

Ocurrirá también, con un ciclo diario de oportunidades, que el racismo y la discriminación invadirán los ojos de nuestros hijos sin que ninguna puerta “Pentágono” impida su violencia. Así los “negros de mierda” se multiplicarán en muchas bocas casi al ritmo en que crece la impiedad y el riesgo de la disolución social, consagrado por la misma pantalla que te vende el champú con el lavado de cabeza.
Travestis sexuagenarios con menos glamour que la presentadora de noticias matinal de América 24, junto a periodistas andróginos y animadores vestidos de clown ofrecerán diariamente una crítica de valores morales con estudios de campo hechos tras bambalinas o en los recónditos pasillos que conducen a los camerinos. Todo así, sin solución ni piedad en la continuidad, alternando acrobacias de caño con cámaras ocultas en restoranes, o improvisados micros porno logrados con cámaras digitales de celulares, integrando el llamado periodismo de espectáculos de la televisión.

Maradona es para mí el mejor jugador de todos los tiempos, tal vea sea el peor técnico, no lo sé, pero si sé que es un hincha más. Y en ese sentido ayer cantó lo que cualquier hincha “Yo soy del rojo no me importa lo que digan…el periodismo…la policía…” poniendo a ambos en un mismo rango de desprecio.
Estará mal, bien….no importa, porque la moral pixelada de las pantallas no tiene de dónde tomarse para justificar ni una sola palabra sancionatoria, y en ese sentido tendrá que obedecer a los designios de Dios y cumplir eternamente la metáfora: seguir chupando.

Tato Contissa, el jueves, 15 de octubre de 2009 a la(s) 18:58 ·

El mar por ver o el barco de los Ajusticieros

Perdón el neologismo. Sucede que en esta Argentina enloquecida de las palabras no encontré ninguna que no estuviera chocada contra la realidad. Los que vivimos de hablar pedimos un impuesto al chamuyo, una producción que en nuestro país es tan rentable y dañina como la soja.
Los partidos políticos son hoy apenas pichoneras que enmarcan los destinos individuales de la clase política más degradada de la historia de la Nación, la misma casta que tiene apenas maquilladas sus heridas del naufragio del 2001, un maquillaje a base de desvergüenza y que cuenta con la luz escasa de las amnesias de muchos argentinos.
Las orillas del presente nos muestran una extraña arquitectura, que semeja un edificio pero que sólo es un apiñadero de maderas, equipajes y velamen inservible que la marea ha amontonado con desgano y a capricho en las impávidas arenas del país sobreviviente: Morales, Carrió, Gil Lavedra, Bulrrich, Rodriguez Saa, Cavallo, nombres que son parte de la pila que parece hacer cimiento en las bases más podridas del mamarracho arquitectónico: Menem, Duhalde, y el fujimorismo de los devenidos como Macri o De Narváez. “Fredo” Macri, el hermano atontado de la familia y un ejemplo cabal de como la estupidez navega en la Argentina las mejores corrientes de su historia de patetismo. Es el barco de los ajusticieros, un barco destinado a no destinar, un remedo naval que no puede navegar.
Pero el paisaje tiene más, junto al bodoque se halla el muellecito que la Argentina supo construir con los cañizares de la esperanza y que es el espacio político que parió un gobierno…o dos. Los veleritos costeros que tiene el muellecito se están acostumbrando a ganar mar abierto y eso preocupa a los habitantes del bodoque. Aerolíneas, recuperación del sistema previsional, asignación universal por hijo, ley de medios, expansión de la inclusión previsional, y lo que se promete si nos liberan los brazos para seguir remando. Es que el país tiene pueblo marinero.
Hay una coincidencia de intereses diversos: las pequeñas y mezquinas vanidades, el ejercicio de la locura y los intereses antinacionales (que son los intereses de los de adentro) que oscurecen el cielo.
Por esa diversidad de razones quieren el ajuste a pasar la segunda canaleta y empezar a navegar las aguas que conocimos a mediados del siglo pasado. Estamos a pocas brazadas de la gran decisión.
El mar me angustia porque soy un generoso de corazón pequeño. A veces me entra tristeza y otras veces desazón, como dice Atahualpa, pero me sobreviene, como a todos, ese aliento de lo colectivo, que estará estos días en las calles hinchando las velas del futuro.
Apenas sé nadar pero me pone valiente saber lo que dije: el país tiene un pueblo marinero.

Tato Contissa, el Martes, 9 de marzo de 2010 a la(s) 21:26 ·