Por José Luis Posnico (Periodista)- 27 de Enero de 2012
Publicado en Nac&Pop
Néstor Raúl Contissa era de Ingeniero Jacobacci, provincia Río Negro, escala obligada del ferrocarril rumbo a Bariloche para estudiantes secundarios de los años´60.
“Cuando nací hace 57 años -dijo hace poco- nos conocíamos todos; el condado tendría unos 5 mil habitantes”. “Tato” como le gustaba que lo llamaran era, ante todo, un personaje.
Divertido, el talento natural del militante del barro peronista.
Los que “la tocan menos aunque son distintos”.
En el comienzo del gobierno de Néstor Kirchner, ejerció la subdirección de Radio Nacional. Muy amigo de Gabriel Mariotto.
“Vos siempre reivindicás a los que fuimos perdices en la dictadura y vivimos un exilio interno”, dijo cierta vez al autor de éstas líneas en el foro “Homero Manzi” militantes del campo popular creado por el gremio de Docentes Privados (SADOP) primavera 2003.
“Y está bien porque muchos se olvidan de los que fuimos garchados”, aclaró.
Contissa, no muy alto, carácter fuerte, se hizo conocido en la Universidad de Lomas a fines de los´70.
La carrera de Ciencias de la Comunicación lo tuvo como referente.
A esta altura es obvio que Mariotto, más joven, vivía con él la experiencia fascinante de revivir el mejor peronismo.
Admiradores de Rodolfo Walsh, del Cura Carlos Mujica, ellos integraron la generación de “jóvenes brillantes” de Lomas de Zamora dos décadas más tarde fueron actores fundamentales en la elaboración de la Ley de Medios Audiovisuales con otros compañeros.
El fútbol, otra de sus pasiones, lo alejaba de Mariotto, notorio hincha de Banfield. Es que “Tato” abrazó la causa del Club Los Andes y fanatismo lo compartió con el rojo de Avellaneda.
Contissa decía que Ricardo Bochini era un futbolista “mágico” con ojos en la nuca.
No vio jugar a la delantera de los diablos rojos (Rodolfo Micheli, Carlos Cecconatto, Carlos Lacasia luego Ricardo Bonelli, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz) pero como buen lector cada tanto se ufanaba: “Aquél Independiente fue el único capaz de hacerle seis al Real Madrid, en el Chamartín, antes de llamarse Santiago Bernabeú”, decía.
Y agregaba: “¡ Había que hacerle en el invierno del´54 en Madrid media docena a los merengues con Alfredo Di Stéfano en la cancha …!”
Y con su sonrisa al tiempo que decía “esto para vos y tus páginas amarillas: aclará que sólo el peronismo era capaz de hacerlo”.