La palabra nos permite organizar el mundo, para comprenderlo, para estar en él, para actuar. Decir “lejos” o “cerca”; “áspero”; “arduo”; “gorila”; “default”; “corrupción” o “inseguridad”, son maneras de intervenir o contemplar ese mundo y de apropiarnos dinámicamente de su ocurrir. Puta! (en el uso exclamativo)…nada menos que vivir humanos.
Por eso la acción siempre se acompaña de la palabra, y la acción política de la política de la comunicación. En esto no se trata del hacer justo o injusto, sino de apropiado, inapropiado, acertado o erróneo.
La política económica del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner nos ha dado este miércoles otra buena noticia para todos los argentinos. Y la política de la comunicación del mismo gobierno no supo hacer que nos enteremos.
Mientras el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, oficia de columnista cruzado en las puertas de la Jerusalén de Magdalena Ruiz Guiñazú, el Ministro del Interior, Florencio Randazzo intenta redenciones entre la audiencia sesgada de González Oro en el canal de Hadad. Mucha liturgia para un sistema mediático que apunta a doblegarte la fe.
Hace años que me admiro de la valentía y la solvencia de AF para dar batalla en la hostilidad de ese sistema. Verlo ser derrotado sin que él lo advierta no disminuye mi admiración por su desempeño. Alguien le dijo las reglas de juego equivocadas, y él canta victorias morales en dónde, la mayoría de esas audiencias, le han bajado el dedo convirtiendo sus razones en insolencias y las paupérrimas argumentaciones de los conductores en audaces genialidades. Y lo peor: hablando siempre de la agenda periodística que imponen los medios concentrados. No sería mal hacer si no se tratase del único. Digo: bien está no temer los desafíos en los rodeos ajenos, sobre todo cuando sabe que la razón le asiste y cuando la flaccidez de las argumentaciones contra este gobierno es tan evidente. Pero en la política no solo hay que convencer a lo no convencido sino, y fundamentalmente, conducir a lo ya convencido. Bien haría el gobierno en pensar más en los quince puntos que perdió entre el 2007 y el 2009 y un poco menos en los cincuenta que no obtuvo, y difícilmente obtendrá, dadas las condiciones objetivas que tantos años de dictadura mediática han producido en la Argentina.
Y digo más: es imprescindible que los argentinos pongamos en debate la agenda de la oportunidad histórica que ha construido este gobierno. Éste. Éste gobierno. Mas integración regional y menos Sadous y sus denuncias de cotillón, más inclusión social y expansión del mercado interno, política salarial, derecho laboral enriquecido y menos criminalización de la pobreza e inseguridad amedrentante; más verdad, justicia y memoria, y cero impunidad amnésica y mendaz disfrazada de pacificación.
Es bueno que AF y el resto de los más dispuestos a la exposición mediática sepan que de estos temas no serán consultados en la grilla concentrada ni referidos por el periodismo hegemónico. Allí sólo estarán para el escarnio propio y la consagración del sistema dejando sedientos a los que buscan la mejor palabra que los relacione con el mundo en otros lugares del “dial”.
Quiero decir: es tiempo de leones, pero estos dejan de serlo en las condiciones de luces y látigos y públicos atragantados de pochoclo que imponen los circos.
Tato Contissa, el jueves, 24 de junio de 2010 a la(s) 15:42 ·